Una decisión desesperada llevó a un hombre tailandés de 50 años a tomar medidas extremas en busca de una mayor virilidad. Siguiendo el consejo de sus amigos, decidió infiltrarse aceite de oliva en el pene con la esperanza de agrandarlo. Sin embargo, esta acción imprudente y peligrosa tuvo consecuencias devastadoras.
La práctica de infiltrar sustancias extrañas en los genitales es lamentablemente común en Tailandia, donde se cree erróneamente que puede conducir a un aumento del tamaño. A menudo, estas sustancias incluyen aceite de oliva, parafina, silicona o cera de abeja. Pero lejos de lograr el efecto deseado, estas inyecciones pueden causar graves complicaciones.
En el caso de este hombre de 50 años, la infiltración de aceite de oliva resultó en una infección severa que eventualmente se convirtió en cáncer. Los médicos tuvieron que intervenir de emergencia y realizar la cirugía genital más grande que el Hospital de Bangkok había visto, extirpando los genitales del paciente para detener la propagación del cáncer.
Esta trágica historia sirve como una advertencia sobre los peligros de tomar decisiones impulsivas y recurrir a prácticas no convencionales para alterar el cuerpo. Es importante buscar asesoramiento médico adecuado y evitar las soluciones rápidas que pueden tener consecuencias irreversibles.
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